domingo, 16 de febrero de 2014

Palos de la Baraja de Max Aub


­­­­­­­­­­­­TITULO DE LA BARAJA: Max Aub

En esta entrada se expone una baraja de naipes realmente deliciosa ideada por Max Aub.

Max Aub nació en París en 1903, de padre alemán y madre francesa. Desde muy niño residió en España, en Valencia, con sus padres, donde adquirió la nacionalidad española. A pesar de esa complejidad de nacionalidades, él decía que se es de donde se hace el bachillerato.

Tras la Guerra Civil Española, tras pasar por un campo de concentración francés, se exilió en Méjico donde murió en 1972. Su creación literaria, toda ella escrita en español, estuvo vinculada al vanguardismo artístico. De ideas socialistas, siempre estuvo comprometido con la sociedad, en su comportamiento y en su producción.

Fue escritor, periodista, cineasta, dramaturgo y dibujante. Yo recuerdo con placer haber leído hace años su gigantesca obra sobre la Guerra Civil, El laberinto mágico, formada por seis novelas (seis campos): Campo cerrado, Campo abierto, Campo de sangre, Campo francés, Campo del moro y Campo de los almendros.

Indudablemente lo que me ha hecho incluir esta baraja en mi colección son los palos, ya que es ése su sentido. Los palos de la baraja de Max Aub son dobles. En otras muchas barajas ya he encontrado palos dobles, incluso triples, pero nunca había visto una baraja con los dos palos clásicos combinados, incluso por lo que se puede ver en los dibujos, maclados e imbricados. Son los palos de la baraja española y de la francesa. Así los palos en esta baraja son oros-picas, copas-corazones, espadas-tréboles y bastos-diamantes. Los resultados son asombrosos.

El as de oros-picas es un cíclope con los senos al aire. En el as de copas-corazones, el corazón sangra sobre el cáliz. En el as de espadas-tréboles las espadas clavan al trébol sobre el naipe. En el palo de bastos-diamantes se mezclan sin un aparente objetivo.


Los comodines-joker mezclan la J y la C como un anagrama. Con la idea de poder usarla en juegos de baraja francesa, los números llegan hasta el diez, por los que las tres figuras no están numeradas. La figura menor lleva la J de la baraja francesa en su versión inglesa; en la francesa es una V. La segunda dibuja un caballo, como referencia a la baraja española y una reina como referencia a la francesa, usando como símbolo una mezcla entre la Q de la reina y la C del caballo. Y la de más valor dibuja a un rey y lleva una R francesa, en lugar de la K inglesa. Es decir combina española, francesa e inglesa.

Pero esta baraja está llena de otras singularidades y calidades. Son dos barajas, con un total de 108 naipes, para poder jugar a los juegos que precisan este número de cartas. Sería posible creer que al tener el doble palo permitiría jugar tanto al mus como al bridge. Pero no es así. Y no lo es porque otra de sus singularidades es que los reversos de los naipes son todos diferentes. Si hay algo común en todas las barajas del mundo es que cuando las tiene el jugador en la mano sólo se ven reversos que no nos permiten adivinar qué cartas tienen los contrarios. Sin embargo, en esta baraja todos los reversos son diferentes y sería fácil acabar por saber cuáles son cada una.


 

Esta baraja está pensada para jugar de una forma muy diferente, que Max Aub explica en la caja donde se guarda la baraja. En los reversos de las cartas hay cartas. Para que se entienda mejor, en el reverso de los naipes hay epístolas. Es evidentemente un juego de palabras que quiso aportarnos el autor. Todas las epístolas hacen referencia a un personaje que ha muerto, Máximo Ballesteros, y hacen referencia a su vida y a su muerte. El discurso que se manifiesta en los textos es coral, al tratarse de cartas que se envían unos a otros, sin que haya nadie o nada que destaque sobre los demás, salvo el muerto.


Cinco de las cartas comentan la sorpresa por la muerte del protagonista. Cinco van dirigidas a la viuda y tres cartas van firmadas por ella. Tres cartas son comentarios de unos personajes sobre otros. Nueve inciden en la muerte del personaje. Cuatro recogen palabras literales pronunciadas por el finado en vida. Nueve reflexionan sobre la dificultad de conocer en realidad a una persona. Treinta y siete comentan distintos aspectos de su vida, sus aficiones y su carácter. Treinta y una, dado el carácter mujeriego del muerto, son de amantes, amadas, pretendidas, enamoradas, abandonas y despechadas.

Max Aub nos dice en la caja que para jugar hay que repartir una carta a cada jugador. El de la derecha del que ha repartido comienza leyendo el texto del reverso, la epístola, y a continuación lo van haciendo en orden el resto de jugadores. Después, en orden, se va recogiendo una carta del monte, la lee para sí el jugador, el siguiente coge otra carta, la lee, y así sucesivamente hasta que se termina el monte. Cada jugador ha leído sólo una parte de las cartas por lo que tiene una visión parcial del muerto. Gana el primero que adivine quién fue realmente Máximo Ballesteros. Como eso es imposible no puede haber ganador, pero es una forma de poner sobre la mesa tantas diferentes visiones del personaje como jugadores y juegos se empiecen.

En los naipes se muestra a un Máximo Ballesteros diferente en función de cómo lo ve el interlocutor. Es ésta una característica de la obra literaria de Max Aub, su interés por la literatura especular y la dificultad de conocer realmente a alguien, cuando intentamos conocerlo por los reflejos de unas personas en otras, por las opiniones de unas personas sobre otras. En el juego se plantea el enigma de ¿quién fue Máximo Ballesteros? Ese es el juego, que como parece lógico tiene muchas soluciones o tal vez ninguna.

Es por tanto una baraja-novela para ser leída al tiempo que se usa como un juego. Es una historia llena de enigmas en torno a la muerte del protagonista, y pertenece a la faceta más humorística y surrealista de Max Aub. Dado que lo primero que se hace es barajar los naipes, es una historia para ser leída en cualquier orden. Curiosamente su edición coincidió en el tiempo con la edición de la novela de Julio Cortázar, Rayuela, también concebida para empezarla por cualquier página, algo que tuve ocasión de hacer en varias ocasiones. Es un tipo de literatura cubista, como un cuadro, que se puede ver desde cualquier lugar.

La baraja-novela fue editada por primera y única vez por Alejandro Finisterre en 1964 en México. En 2010 se reeditó por los responsables de la pequeña editorial granadina, Cuadernos del Vigía. En esta reedición sólo se introdujeron dos cambios. Uno de ellos en el cambio del color azul original de la caja anterior por un tono vino. Otro de los cambios fue introducir un comodín inédito encontrado en la Fundación Max Aub, que dado que no tenía texto detrás, sirvió para incluir una ficha técnica de la nueva edición.
El  comodín incluido en la nueva versión. Se puede apreciar el tamaño del naipe.


Los naipes, de cartón y con unas dimensiones de 17,3 por 11 centímetros, son enormes, para poder incluir las epístolas con una letra legible. Las imágenes son dibujos a color, en algunos casos con trazos sencillos, a veces simbólicos, otras infantiles, cuando no complejos, como la carta as de oros-picas. Los comodines recuerdan dibujos de Picasso, Lorca o Alberti, en ese estilo de dibujo en trazos tan característicos de la Generación del 27, a la que Max Aub perteneció.

Los dibujos de las cartas están acreditados en la caja a nombre de Jusep Torres Campalans. Sin embargo esta persona nunca existió ya que es un personaje inventado por el escritor Max Aub. A pesar de no haber existido más allá de la ficción, Aub inventa su biografía completa y llegó a crea más de treinta obras y varios dibujos que fueron expuestos en dos ocasiones en la galería Excelsior de México en 1958 y en la Bodley Gallery de Nueva York en 1962. En su biografía, Max Aub define a Campalans como un pintor cubista, hijo de payeses que emigra a París, donde entra en contacto con las vanguardias y confraterniza con artistas como Picasso, Modigliani o Mondrian. También imagina en su biografía que, tras el comienzo de la Primera Guerra Mundial, se traslada a México para acabar sus días en un lugar remoto de la región de Chiapas.

 

PALOS: Oros-picas, copas-corazones, espadas-tréboles y bastos-diamantes.
AUTOR: Max Aub (Jusep Torres Campalans)
FECHA DE ADQUISICIÓN: 2014
LUGAR DE ADQUISICIÓN: Internet
EDICIÓN: Cuadernos del Vigía

 

sábado, 8 de febrero de 2014

Palos de Baraja taurina "Dani"


TITULO DE LA BARAJA: Taurina “Dani”

En esta baraja se desarrolla uno de los temas típicos en las barajas de palos singulares: los toros y la tauromaquia.

Los palos en este caso son discretamente singulares y un tanto confusos. Digo discretamente singulares porque, como en tantos casos, reflejan los de la baraja española.

El primero de ellos, que es el equivalen a un oro, es una medalla o un escudo dorado, donde se ve la cabeza de un toro y pone “fiesta nacional”. En el as sólo aparece la cabeza, pero en el resto de los naipes también se ve un toro de perfil.

El segundo, para poder representar una copa, aparece como un trofeo, aunque este tipo de reconocimientos no se den en la tauromaquia. Se aprovecha para representar los hierros de las ganaderías. En sus tres figuras no aparecen esos símbolos.

El tercer palo también es confuso. Representa las espadas. El as, dos y tres estás representadas por estoques, pero el resto de los números, incluidas las figuras, son estoques de descabellar.

Finalmente, el cuarto palo, son banderillas. En el caso del caballo se muestra en la imagen como un rejón, aunque mantiene como mini símbolo la banderilla.

Los palos tienen la doble representación francesa del mini símbolo en la esquina superior izquierda y los cortes de la línea de borde.

Las figuras a pie, los 10, son toreros en diferentes lances, los caballos, los 11, son picadores y rejoneadores, y los reyes, los 12, son igualmente toreros que no se diferencian de las sotas.

El nombre de la baraja, “DANI”, aparece en su documentación sin mayor justificación.

 





PALOS: Escudos, hierros de ganaderías, estoque de descabello y banderillas.
AUTOR: Ana Alonso
FECHA DE ADQUISICIÓN: 2008
LUGAR DE ADQUISICIÓN: Madrid
EDICIÓN: Naipes Comas para Sendero Coleccionismo