TITULO DE LA
BARAJA: Max Aub
En
esta entrada se expone una baraja de naipes realmente deliciosa ideada por Max
Aub.
Max
Aub nació en París en 1903, de padre alemán y madre francesa. Desde muy niño
residió en España, en Valencia, con sus padres, donde adquirió la nacionalidad
española. A pesar de esa complejidad de nacionalidades, él decía que se es de
donde se hace el bachillerato.
Tras
la Guerra Civil Española, tras pasar por un campo de concentración francés, se
exilió en Méjico donde murió en 1972. Su creación literaria, toda ella escrita
en español, estuvo vinculada al vanguardismo artístico. De ideas socialistas,
siempre estuvo comprometido con la sociedad, en su comportamiento y en su
producción.
Fue
escritor, periodista, cineasta, dramaturgo y dibujante. Yo recuerdo con placer
haber leído hace años su gigantesca obra sobre la Guerra Civil, El laberinto mágico, formada por seis
novelas (seis campos): Campo cerrado,
Campo abierto, Campo de sangre, Campo francés, Campo del moro y Campo de los almendros.
Indudablemente
lo que me ha hecho incluir esta baraja en mi colección son los palos, ya que es
ése su sentido. Los palos de la baraja de Max Aub son dobles. En otras muchas
barajas ya he encontrado palos dobles, incluso triples, pero nunca había visto
una baraja con los dos palos clásicos combinados, incluso por lo que se puede
ver en los dibujos, maclados e imbricados. Son los palos de la baraja española
y de la francesa. Así los palos en esta baraja son oros-picas, copas-corazones,
espadas-tréboles y bastos-diamantes. Los resultados son asombrosos.
El
as de oros-picas es un cíclope con los senos al aire. En el as de
copas-corazones, el corazón sangra sobre el cáliz. En el as de espadas-tréboles
las espadas clavan al trébol sobre el naipe. En el palo de bastos-diamantes se mezclan
sin un aparente objetivo.
Los
comodines-joker mezclan la J y la C como un anagrama. Con la idea de poder usarla
en juegos de baraja francesa, los números llegan hasta el diez, por los que las
tres figuras no están numeradas. La figura menor lleva la J de la baraja
francesa en su versión inglesa; en la francesa es una V. La segunda dibuja un
caballo, como referencia a la baraja española y una reina como referencia a la francesa, usando como símbolo una mezcla entre la Q de la reina y la C del caballo. Y la de más valor dibuja a un rey y lleva una R
francesa, en lugar de la K inglesa. Es decir combina española, francesa e
inglesa.
Pero
esta baraja está llena de otras singularidades y calidades. Son dos barajas,
con un total de 108 naipes, para poder jugar a los juegos que precisan este
número de cartas. Sería posible creer que al tener el doble palo permitiría
jugar tanto al mus como al bridge. Pero no es así. Y no lo es porque otra de sus
singularidades es que los reversos de los naipes son todos diferentes. Si hay
algo común en todas las barajas del mundo es que cuando las tiene el jugador en
la mano sólo se ven reversos que no nos permiten adivinar qué cartas tienen los
contrarios. Sin embargo, en esta baraja todos los reversos son diferentes y sería
fácil acabar por saber cuáles son cada una.
Esta
baraja está pensada para jugar de una forma muy diferente, que Max Aub explica
en la caja donde se guarda la baraja. En los reversos de las cartas hay cartas.
Para que se entienda mejor, en el reverso de los naipes hay epístolas. Es
evidentemente un juego de palabras que quiso aportarnos el autor. Todas las
epístolas hacen referencia a un personaje que ha muerto, Máximo Ballesteros, y
hacen referencia a su vida y a su muerte. El discurso que se manifiesta en los
textos es coral, al tratarse de cartas que se envían unos a otros, sin que haya
nadie o nada que destaque sobre los demás, salvo el muerto.
Cinco
de las cartas comentan la sorpresa por la muerte del protagonista. Cinco van
dirigidas a la viuda y tres cartas van firmadas por ella. Tres cartas son comentarios
de unos personajes sobre otros. Nueve inciden en la muerte del personaje. Cuatro
recogen palabras literales pronunciadas por el finado en vida. Nueve
reflexionan sobre la dificultad de conocer en realidad a una persona. Treinta y
siete comentan distintos aspectos de su vida, sus aficiones y su carácter. Treinta
y una, dado el carácter mujeriego del muerto, son de amantes, amadas,
pretendidas, enamoradas, abandonas y despechadas.
Max
Aub nos dice en la caja que para jugar hay que repartir una carta a cada jugador.
El de la derecha del que ha repartido comienza leyendo el texto del reverso, la
epístola, y a continuación lo van haciendo en orden el resto de jugadores.
Después, en orden, se va recogiendo una carta del monte, la lee para sí el
jugador, el siguiente coge otra carta, la lee, y así sucesivamente hasta que se
termina el monte. Cada jugador ha leído sólo una parte de las cartas por lo que
tiene una visión parcial del muerto. Gana el primero que adivine quién fue realmente
Máximo Ballesteros. Como eso es imposible no puede haber ganador, pero es una forma
de poner sobre la mesa tantas diferentes visiones del personaje como jugadores
y juegos se empiecen.
En
los naipes se muestra a un Máximo Ballesteros diferente en función de cómo lo
ve el interlocutor. Es ésta una característica de la obra literaria de Max Aub,
su interés por la literatura especular y la dificultad de conocer realmente a
alguien, cuando intentamos conocerlo por los reflejos de unas personas en
otras, por las opiniones de unas personas sobre otras. En el juego se plantea
el enigma de ¿quién fue Máximo Ballesteros? Ese es el juego, que como parece
lógico tiene muchas soluciones o tal vez ninguna.
Es
por tanto una baraja-novela para ser leída al tiempo que se usa como un juego.
Es una historia llena de enigmas en torno a la muerte del protagonista, y
pertenece a la faceta más humorística y surrealista de Max Aub. Dado que lo primero
que se hace es barajar los naipes, es una historia para ser leída en cualquier
orden. Curiosamente su edición coincidió en el tiempo con la edición de la
novela de Julio Cortázar, Rayuela, también concebida para empezarla por cualquier
página, algo que tuve ocasión de hacer en varias ocasiones. Es un tipo de
literatura cubista, como un cuadro, que se puede ver desde cualquier lugar.
La
baraja-novela fue editada por primera y única vez por Alejandro Finisterre en
1964 en México. En 2010 se reeditó por los responsables de la pequeña editorial
granadina, Cuadernos del Vigía. En esta reedición sólo se introdujeron dos
cambios. Uno de ellos en el cambio del color azul original de la caja anterior
por un tono vino. Otro de los cambios fue introducir un comodín inédito encontrado
en la Fundación Max Aub, que dado que no tenía texto detrás, sirvió para
incluir una ficha técnica de la nueva edición.
El comodín incluido en la nueva versión. Se puede apreciar el tamaño del naipe.
Los
naipes, de cartón y con unas dimensiones de 17,3 por 11 centímetros, son enormes,
para poder incluir las epístolas con una letra legible. Las imágenes son
dibujos a color, en algunos casos con trazos sencillos, a veces simbólicos,
otras infantiles, cuando no complejos, como la carta as de oros-picas. Los comodines
recuerdan dibujos de Picasso, Lorca o Alberti, en ese estilo de dibujo en
trazos tan característicos de la Generación del 27, a la que Max Aub
perteneció.
Los
dibujos de las cartas están acreditados en la caja a nombre de Jusep Torres
Campalans. Sin embargo esta persona nunca existió ya que es un personaje
inventado por el escritor Max Aub. A pesar de no haber existido más allá de la
ficción, Aub inventa su biografía completa y llegó a crea más de treinta obras
y varios dibujos que fueron expuestos en dos ocasiones en la galería Excelsior
de México en 1958 y en la Bodley Gallery de Nueva York en 1962. En su
biografía, Max Aub define a Campalans como un pintor cubista, hijo de payeses
que emigra a París, donde entra en contacto con las vanguardias y confraterniza
con artistas como Picasso, Modigliani o Mondrian. También imagina en su
biografía que, tras el comienzo de la Primera Guerra Mundial, se traslada a
México para acabar sus días en un lugar remoto de la región de Chiapas.
PALOS:
Oros-picas, copas-corazones, espadas-tréboles y bastos-diamantes.
AUTOR:
Max Aub (Jusep Torres Campalans)FECHA DE ADQUISICIÓN: 2014
LUGAR DE ADQUISICIÓN: Internet
EDICIÓN: Cuadernos del Vigía