TÍTULO DE LA BARAJA: Cartas de poder (Karten der kraft)
Se trata de una baraja alemana bastante
extraña, que va acompañada de un grueso libro con explicaciones y aclaraciones,
lamentablemente en alemán, lo que me ha dificultado mucho su lectura e
interpretación. Comienza el libro con una dedicatoria que avanza el contenido
del resto del texto: “Con gran amor y
profundo respeto, dedicamos el trabajo de la Abuela Twylan, el tiempo de su
vida, al Gran Lobo y los hijos de la Madre Tierra. Para Ya-weh-node, cuya voz
cabalga el viento.”
Todo lo que se explica en el libro
proviene de la medicina tradicional de etnias americanas, como cheyenes,
iroqueses, cheroquis, mayas o aztecas, muy vinculadas con los animales salvajes.
Dice en el primer párrafo que “una vez
revisada la medicina tradicional del reino animal y de nuestros antepasados, acumulada durante
muchos años, hemos considerado que se debía publicar. Así nos hemos puesto a
desarrollar un método basado en el espíritu del Clan de Lobo, como un maestro,
en el que cada uno podrá encontrar su camino a través de la medicina de los
animales”. Como se ve muy esotérico, más próximo a una baraja de Tarot que a
otro tipo de baraja, pero con la diferencia de que aquí sí hay palos.
Según esa teoría, el hombre, a lo largo
de su vida por la Tierra va acompañado de nueve animales que le aportan en
mayor o menor medida sus habilidades. Esos nueve animales van a servir para
identificar los nueve palos de esta baraja, cada uno de ellos formado por seis
cartas. Pero los palos no van a ser los animales, sino los diferentes tipos de
“atrapasueños”, nueve en total, que acompañan a los nueve animales. El
atrapasueños es un objeto en forma de aro, fabricado con madera de sauce, con
una red en su interior decorada con diferentes objetos que cuelgan de él:
plumas, huesos, conchas, etc. Su función consiste en filtrar los sueños de las
personas, dejando pasar sólo los positivos. Las pesadillas quedan atrapadas en
las cuerdas que forman la red y a la mañana siguiente se queman con la luz del
día para que no se cumplan. Generalmente cuelgan del techo del dormitorio,
justo encima de la cama. Los atrapasueños se originaron en la nación nativa
norteamericana de los Ojibwa. En estos naipes, en la zona central del
atrapasueños, donde se sitúa la red, aparece dibujado el animal.
Como explicaba, en total son nueve palos
de seis naipes cada uno, es decir, 54 naipes con otros tantos animales. Cada
uno de los animales lleva descritas en el libro sus cualidades y
características esotéricas. Sin embargo, no están dibujados los 54 animales,
hay al menos un naipe en blanco en cada palo para que se puedan incorporar
otros animales que no estuvieran ya representados en la baraja. ¿Cuáles?,
aquellos que se consideren próximos a la personalidad o a la vida del que echa
las cartas; por ejemplo, algún animal doméstico como un gato o un perro, o
animales de granja como vacas u ovejas, o voladores como buitres o cóndores.
No voy a ir describiendo lo que se cuenta
de cada uno, ni siquiera de los nueve animales emblemáticos, que
corresponderían a cada uno de los ases de los palos, porque entraría en la
lectura esotérica del echador de cartas, pero si los voy a mencionar. El primer
palo es el águila, con la palabra clave asignada de “fantasma”. El segundo es
el halcón, al que se señala como “embajador”. El tercero es el alce, vinculado
al “aguante”. El cuarto es el ciervo, vinculado con la “amabilidad”. El quinto,
el oso, la “introspección”. El sexto la serpiente, con la “transformación”. El
sexto, la mofeta, el “respeto”. El octavo, la nutria, con “la medicina femenina”.
Y el noveno, la mariposa, también con la “transformación” como la serpiente.
Los palos, el elemento común a las seis cartas, es el atrapasueños, y es lo que
mencionare para referirme a los palos.
Los naipes están numerados de forma
consecutiva, de tal modo que los palos, representados por esos animales
emblemáticos, son el 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9. Los restantes números de cada
palo van de 9 en 9. Por ejemplo, para el palo del atrapasueños del águila
serías el 10, 19, 28, 37 y 46. Para el palo del atrapasueños del halcón los 11,
20, 20, 38 y 47. Y así sucesivamente. Los atrapasueños en blanco no llevan
número.
Las diferencias entre los atrapasueños
de cada palo son evidentes, pero difíciles de describir, por lo que dejaré al
lector que se fije en ellas.
Aunque en el extenso libro se mencionan
como deben echarse las cartas y como deben interpretarse los resultados, no
creo que tenga nada con ver con esa entrada, por lo que no entraré en ello.
Los naipes son enormes, el doble o el
triple del tamaño de un naipe convencional.
AUTOR: Jamie Sams, David Carson y Angela C. Werneke (ilustradora)
FECHA DE ADQUISICIÓN: 2023
LUGAR DE ADQUISICIÓN: Internet
EDICIÓN: Windpferd