TÍTULO DE LA BARAJA: El Quijote en naipes
Cervantes y El Quijote también han dado mucho juego en las barajas con
los palos singulares; tengo varias de ellas donde aparece D. Quijote o
elementos y objetos de la novela (02/07/2011, 10/12/2016 y 31/04/2017) y seguro
que hay más. Esta baraja es sin duda la más implicada en el texto.
El
primer palo es un claro homenaje a Cervantes porque es una pluma de ave para
escribir. Era del ala de un ave de gran porte, normalmente de ganso, cuervo,
águila o búho; las de cisne se consideraban las de mayor calidad. Se daba un
corte en bisel en la punta, para afilarla, y al meterla en el tintero la tinta
subía por el tallo o cálamo, recogiendo una pequeña cantidad. Los escritores
diestros las preferían del ala izquierda, porque se curvaba hacia fuera y no
les estorbaba al escribir. Si se ve la película Shakespeare in love (1998), hay una escena en la que Williams
Shakespeare escribe frenéticamente sustituyendo una tras otra las plumas que va
deshaciendo con el uso.
El
segundo palo es ya quijotesco y se vincula al segundo palo de la baraja
española, las copas, porque es un pellejo de vino. El pellejo u odre se hacía
con la piel entera y curtida de una cabra, debido a su gran resistencia;
llegaban a almacenar 30 o 40 l. Se desollaba al animal con mucho esmero,
haciendo el menor número de cortes posibles, que luego debían coserse
cuidadosamente; se usaron desde muy antiguo para trasportar no sólo vino sino
aceite o mantequilla. Podía ser también de oveja o de buey cuando se necesitaba
de gran capacidad. Los pellejos de vino aparecen en la escena de la venta donde
D. Quijote cree ver en ellos asaltantes y los raja con su espada creyendo que
sale sangre de los cortes en lugar de vino; se desarrolla en el Capítulo XXXV
de la primera parte, es la “La lucha
contra los cueros de vino y el final del curioso impertinente”.
El
tercer palo es una lanza, la de “un hidalgo de los de lanza en astillero” del
principio de la obra. El astillero era una caja de madera donde se apoyaba la
lanza, aunque hay interpretaciones que dicen que quiere decir con la lanza
preparada, dispuesta para el ataque, y otras lo contrario, lanza ya olvidada en
el astillero (almacén).
El
cuarto es el aspa de uno de los molinos de La Mancha, sus archienemigos, cuando
los ve como gigantes que agitan sus brazos amenazadoramente. Los molinos
tradicionales de viento pueden ser de velas o de palas. Las velas ondean como
si de un barco se tratara, mientras que los de palas, más grandes y pesados
tienen una estructura de madera a la que se adhiere la tela que hará oposición
al viento. D. Quijote pelea con ellos en el Capítulo VIII de la primera parte,
“Del buen suceso que el valeroso don
Quijote tuvo en la espantable y jamás imaginada aventura de los molinos de
viento, con otros sucesos dignos de felice recordación”. Pelear contra
molinos de viento hoy se usa para querer decir pelear en vano, contra enemigos
imaginarios.
No
hay nada especial en las figuras, simplemente se diferencian de los naipes de
número por no llevar el número de mini palos que llevan el resto de las cartas;
sólo está la representación de uno de ellos y una figura sin nada de singular.
Todos
los naipes tienen un pequeño fragmento de El Quijote que precisa de una lupa
para poder leerlo. El As de plumas de escritura comienza con la archivamos
frase inicial: “En un lugar de La Mancha…”,
y el rey de palas de molino lleva un fragmento del último capítulo.
Los palos de los naipes se reconocen por los cortes en la orla.
Hay una segunda edición de 2016, con naipes con comentarios, y una tercera de 2018.
FECHA DE ADQUISICIÓN: 2021
LUGAR DE ADQUISICIÓN: Madrid
EDICIÓN: Más Imprime
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