miércoles, 13 de marzo de 2019

Palos de la Baraja de los Carnavales de Cádiz 1970-80


TÍTULO DE LA BARAJA: Carnaval de Cádiz 1960-1970

Los palos de esta baraja no dejan lugar a dudas porque aparecen con su nombre en el As. Reconozco que antes de darme cuenta de este hecho pensé en consultar a varias personas que conozco con cierta relación con los Carnavales de Cádiz, pero luego me di cuenta de que era innecesario. Los palos son “El disfraz”, “El antifaz”, “La serpentina” y “El pito o Kazoo”, según su propia denominación.

El Carnaval de Cádiz es uno de los dos más famosos que hay en España, ambos lejos del de Río de Janeiro o el de Venecia, como es lógico. El otro es el canario de Santa Cruz de Tenerife.

Yo no soy muy aficionado a los carnavales por lo que tuve que informarme sobre ellos. Sabía, eso sí, que el más antiguo con el aspecto actual es el de Venecia, del siglo XIII. También sabía que su origen tiene que ver con los momentos de diversión desenfrenada previos a los de reflexión, ayuno, abstinencia y penitencia de la Cuaresma. Es decir, cuarenta días antes de la Semana Santa cristiana la gente se podía desmadrar ocultándose tras una máscara para que sus vecinos no le pudieran recriminar luego nada.

El origen del término carnaval está poco claro. Se le suponen orígenes variados: del latín carnem-levare, que quiere decir “abandonar la carne”, o de carne-vale, “adiós a la carne”, de Carne la diosa celta del tocino y de las habas, o de Karna, personaje del Mahabhárata vinculado al deseo sexual; muchas opciones pero todas con un nexo común, el desenfreno. Como decía, se celebra los días previos a la Cuaresma. Como la fecha de la Semana Santa es variable, ya que depende del calendario lunar y debe coincidir con la cuarta luna llena después de Navidad, el Carnaval tampoco empieza en un día concreto, fluctúa entre febrero y marzo.

El origen de esta fiesta está en las fiestas paganas de las bacanales, dedicadas al dios Baco, o las saturnales, dedicadas a Saturno o las lupercales, dedicadas a Pan. Todas ellas se adaptaron a los ritos cristianos para que la nueva religión se aceptara con más facilidad. Su intención es autorizar durante un periodo corto de tiempo la satisfacción de todos los deseos que luego en la Cuaresma deberán refrenarse. Escribiendo esto me recordaba a unas películas recientes, La Purga y su precuela, donde, durante una noche se permiten todo tipo de crímenes, para “tranquilizar” a la gente durante el resto del año; una barbaridad como otra cualquiera.

Las primeras referencias al Carnaval de Cádiz son del siglo XVI, un siglo después del comienzo de una potente relación comercial con Italia. Con esa relación llegaron los carnavales y sus elementos característicos, los antifaces, las caretas, las serpentinas y los confetis. Lo más característico de este carnaval son las chirigotas, que es un grupo musical que canta por las calles coplas de carácter burlesco donde no se salva nadie.

Volviendo a la baraja, la estructura es la de los naipes españoles, con números del 1 al 7 y tres figuras del 10 al 12. Los cortes en los bordes de la orla del naipe también sirven para determinar el orden de los palos. Para ser aún más ortodoxo no hay comodines.

El primer palo de esta baraja es, según su propia denominación, disfraces, para que no te puedan reconocer. Aquí aparecen representados en forma de toga romana.

El segundo palo es el de antifaces, para disimular aún más nuestra identidad.

El tercero y el cuarto ya hacen referencia herramientas de divertimento.  El tercero son serpentinas y el cuarto pitos. Las serpentinas son largas tiras de papel enrolladas sobre si mismas que se desenrollan al lanzarlas, yo lo hago soplando, sujetando un extremo; son amigan inseparables del confeti. El pito, concretamente el kazoo, es el cuarto palo. El kazoo es un tipo de pito mirlitón inventado en el siglo XIX por el estadounidense Vest Alabama. Es un instrumento musical metálico de la familia de los membráfonos  formado por un tubo que tiene en un extremo algo parecido a una membrana, de papel, plástico o metal, que altera la voz de la persona que intenta hablar a través del tubo.

En los naipes aparecen frases relativas a los Carnavales. En el 2 de antifaces dice: “Aunque me duela mi Caí ésta es la pura verdad que sólo con las coplillas ningún problemilla se puede arreglar”. En el 2 de serpentinas dice: ¡Ay, Tacita de mis entrañas, otra vez me has embrujado con tus coplas carnavalescas! En el 2 de pitos: “¡Qué bonito está mi Caí cuando el Carnaval asoma a la Bahía!”. Lógicamente Caí hace referencia a Cádiz pronunciado con acento gaditano, la Tacita es por la denominación cariñosa de la ciudad, “la tacita de plata”. La Bahía es la de Cádiz, claro. El 2 de disfraces, para no ser menos pone “Carnavales de Cádiz 1960-1970”.

Las figuras de todos los palos, sin diferencia de importancia entre el 10, 11 y 12, llevan carteles de ese periodo de 11 años. Son doce por lo que sobra uno. En las figuras del palo de disfraces aparecen los de los años 1960, 61 y 62. En el palo de antifaces aparecen los del 1963, 64 y 65. En el de serpentinas los de los años 1966, 67 y 68. Y en el de pitos los de 1969, 70 y 71, o sea, se pasan en un año y un cartel.

En esta baraja es sumamente importante fijarse en los cortes de la orla ya que las figuras, los carteles de la feria, no llevan ningún distintivo que los identifique con su palo.





PALOS: Disfraces, antifaces, serpentinas y pitos. 
AUTOR: Sin referencia.
FECHA DE ADQUISICIÓN: 2018
LUGAR DE ADQUISICIÓN: Internet 
EDICIÓN: Sin referencia.

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