sábado, 17 de octubre de 2020

Palos de la Baraja Iberoamericana

 TÍTULO DE LA BARAJA: Iberoamericana


Esta baraja, que fue dibujada por L. Palao para las exposiciones Iberoamericana de Sevilla e Internacional de Barcelona de 1929, está dedicada al periodo histórico de la colonización española de Latinoamérica, haciendo referencia a personajes y objetos de la época. Si bien responde a una clásica baraja española, los palos tienen suficientes singularidades como para que merezca una entrada propia e independiente.

Por ejemplo, el palo de los oros está representado por una moneda. La única imagen que no es una auténtica moneda está en el As, donde aparece la efigie de Cristobal Colón. En el resto de naipes sí se representan monedas de la época, de los Reyes Católicos, Felipe II y Carlos I.

En el palo de las copas aparecen recipientes de distinto tipo. Aparecen distintos modelos de copas, pero también bandejas de fruta o dulces, un jarrón, bomboneras, jarras y ánforas, todos ellos de diferentes materiales: metal, vidrio, cerámica, etc.

En el palo de espadas se representan espadas históricas con indicación expresa de su dueño: Isabel I en el As, Fernando V, Hernán Cortes, Francisco de Pizarro, Nuñez de Balboa,  Felipe II, Hernando de Soto, Magallanes y Legazpi, en el resto.

El más interesante de los cuatro palos es el que sustituye a los bastos. Se tratan de mazos de acometida precolombinos, básicamente aztecas e incas. Este tipo de armas eran pesadas y contundentes para golpear al adversario y se empleaban en sustitución a las armas metálicas, de las que no disponían. En los naipes está representada la porra, macana o chambi; este objeto de ataque se componía de un mango con un objeto contundente atado o incrustado en el extremo. Esa pieza final podía ser esférica, ovalada o en forma de estrella. La estrella se llama chaska o chuqui y es la forma más conocida; se puede ver en el 2, el 6 y el 11, en todos con una doble estrella. La macana podía ser también un arma ceremonial si el material del que se hacía la estrella era precioso. El término macana se puede utilizar para cualquier arma contundente empleada por los nativos americanos, pero su empleo más habitual es para el objeto que acabo de mencionar.

El macuahuitl es una espada de madera de forma rectangular o trapezoidal con filos hechos con obsidiana o pedernal incrustados en la madera. Ante la falta de metales empleaban este tipo de armas, por otro lado, extremadamente afiladas, más que cualquier metal, al tratarse de cristales volcánicos; eran letales y podían decapitara enemigos o prisioneros en sus sangrientos rituales. Se puede ver en el 4 y el 5.

El mazo o huancano es una piza de madera de 60 a 80 cm de longitud con el extremo final más ancho para conseguir mayor contundencia; un auténtico basto. En muchas ocasiones se labraba ese extremo más grueso con puntas o aletas para producir más daño al golpear. La madera era de chonta o guaycán. Se puede ver en el As, el 3, el 7 y el 10.

El quauhololli es también un mazo terminado en una bola. Lo consideraban ideal para triturar huesos. Se puede ver en el 12. 

Las figuras representadas son, en el palo de las monedas, uno de los hermanos Pinzón,  Hernán Cortés y Fernando el Católico. En el palo de los recipientes Pedro de Mendoza, Francisco Pizarro y Carlos I. En el palo de espadas históricas Magallanes, López de Legazpi y Felipe II. El palo de mazos de acometida representa en sus figuras a tres reyes nativos. El 10 es el cacique Caonabó, jefe del cacicazgo taino de Maguana en la actual Santo Domingo, cuando llegó Colón. El 11 es Atahualpa, hijo del Inca Huayna Cápac, que había muerto sin dejar sucesor; tras guerrear y derrotar a su hermano Huáscar para conseguir el trono, cuando se trasladaba a Cuzco para ser coronado como el Inca, fue apresado por Francisco de Pizarro.  El 12 es Moctezuma, que era el tlatoani de los mexicas y gobernante de Tenochtitlan a la llegada de Hernán Cortes.


PALOS: Monedas, recipientes, espadas históricas y mazos de acometida
AUTOR: L. Palao
FECHA DE ADQUISICIÓN: 2000
LUGAR DE ADQUISICIÓN: Madrid
EDICIÓN: Heraclio Fournier