TÍTULO DE LA BARAJA: Gallega

Las barajas con temas regionales utilizan como referencia los palos de la baraja española, y los sustituyen por motivos locales que respondan a la forma o el uso de los clásicos. Es el caso de la baraja gallega en la que los oros están representados por motivos decorativos celtas, las copas por cuncas para beber ribeiro, las espadas por espadas celtas y los bastos por báculos o bastones de peregrino.

Los símbolos celtas representados en los oros son diversos. Para el as, el tres y las figuras, se utiliza el Nudo Celta, que representa la unión del amor que no se puede deshacer. Era un símbolo que se intercambiaba entre los amantes en señal de que su relación era para siempre y como representación del complemento, del apoyo y de la fusión de la pareja.

El dos parece representar una Cruz Celta Solar de nudos. Es probablemente el símbolo espiritual más antiguo del mundo. Está integrado por una cruz armada dentro de un círculo, y representa el calendario solar y los movimientos del sol.

El cuatro y el siete llevan la Estela de Barros. Esta estela se identifica como elemento y señal de los cántabros; el símbolo central es de origen celta y se cree que los antiguos cántabros la usaron como bandera en sus guerras contra los romanos.

El cinco es el Taranis. El término, que es el equivalente al taranu o toran en irlandés, o taran en galés, significa trueno y está vinculado con los espacios celestes.
Finalmente, el seis es la Espiral Celta, y es uno de los símbolos más universales y más importantes para esta cultura. Para los celtas, la espiral no tiene ni principio ni fin, representa el continuo cambio evolutivo.
En el palo de las cuncas aparecen en el as y en el tres referencias al vino, mediante hojas de viñas y uvas.
Las espadas llevan dos modelos diferentes. El as, dos y tres llevan una espada corta de combate, mientras que el resto de las cartas llevan la que era, probablemente, el arma principal de los soldados celtas. Las hojas de estas espadas estaban afiladas a ambos lados y dado el gran tamaño de la hoja era necesaria una gran empuñadura. Aprovechando el tamaño de la empuñadura se decoraba de una forma muy simbólica, ya que el mango de la espada tenía forma de ser humano: el pomo corresponde a la cabeza, el cuerpo a la empuñadura y las piernas son la guarda que sirven como protección de la mano.
Los báculos de peregrino compostelano llevan la calabaza clásica, y en el 11 se ve a un peregrino usándolo con toda su indumentaria.
El autor es F. Pérez Llamosa, tal y como aparece en el 2 de símbolos celtas.