jueves, 4 de septiembre de 2025

Palos de la Baraja segoviana

 TÍTULO DE LA BARAJA: La baraja segoviana

Una segunda baraja de la Librería&Editorial MAXTOR es la dedicada a la ciudad de Segovia. Quizá sus tres primeros palos sean bastante convencionales, pero el cuarto justifica con creces el formar parte de esta colección de palos singulares. Se trata del ¡cochinillo asado!, plato por excelencia de Segovia.

Nadie que vaya a Segovia puede dejar de probar sus platos con cochinillo, pero de entre todas las posibilidades sobresale el cochinillo asado. Los buenos cocineros hacen una demostración de su buen hacer, mostrando que ha salido del horno tan tierno que se parte con gran facilidad. Para ello cogen un plato convencional y trocean el cochinillo golpeándolo sólo con el canto del plato. Y por si alguien piensa que el plato puede ser de acero recubierto de porcelana, lo tiran al suelo para que se vea como se rompe.

Los otros tres palos previos son menos significativos. El primero es un oro en forma de moneda del reinado de los Reyes Católicos y acuñada en el siglo XV con el nombre de “Excelentes de Segovia”. Las monedas llamadas así fueron piezas de oro de alta calidad acuñadas en la Ceca de Segovia, especialmente durante el reinado de los Reyes Católicos, y que tuvieron un gran prestigio internacional. Estos Excelentes, y sus múltiplos como los dobles y cuádruples Excelentes, eran monedas utilizadas en el comercio internacional, debido a su alta calidad y a la adopción del patrón del ducado veneciano. 

El segundo es la llamada “Copa de Carlos III”, que es una copa de cristal tallado, elaborada por la Real Fábrica de Cristales de la Granja. La fábrica fue edificada según los planos del aparejador del Real Sitio, Joseph Díaz, alias Gamones, entre 1770 y 1784, con el objetivo de abastecer de objetos de vidrio suntuarios a los Palacios y otras residencias reales. De esta forma pudieron igualar, e incluso superar, el lujo de otros palacios de las cortes europeas sin necesidad de recurrir a costosas importaciones. Con estos mismos objetivos se establecieron una serie de manufacturas protegidas y financiadas por la Corona: la mencionada Real Fábrica de Cristales de La Granja, la de Tapices de Santa Bárbara, la de Porcelana del Buen Retiro, etc. En ellas se invirtieron cuantiosas sumas asignadas a su costoso mantenimiento y a la adquisición de tecnología y personal especializado extranjero. La segoviana sigue funcionada hoy en día como taller, empleando los mismos moldes de antaño, incluido el de la “Copa de Carlos III”.

Y el tercero es un gladius, la espada corta romana. El gladius era una espada ligera, usado por las formaciones romanas durante cinco siglos. Estaba basado en la falcata ibérica. La forma de la hoja le daba una forma perfecta para ser alineada con el codo, formando un ángulo de 90°, usado junto con el popular scutum, que era su habitual escudo rectangular. ¿Por qué un elemento romano para representar a Segovia? Basta con mirar hacia adelante y encontrarse con el impresionante acueducto y tener ahí la respuesta.

Las figuras representan edificios, como la Casa de los Picos en el 10 de copas de Carlos III, comidas, como los judiones de la Granja en el 10 de gladius, o los florones segovianos por San Fermín, en el 11 de cochinillos asados, o personajes vinculados, como Isabel la Católica en el 12 de Excelentes de Segovia, el ciclista Perico Delgado en el 11 de gladius.

La baraja sigue la estructura de la española, con 40 naipes, números hasta el 7 y tres figuras, pero han sustituido los cortes en la orla por pequeños rombos, ninguno, uno, dos o tres.

 


PALOS: Excelentes de Segovia, copas de Carlos III, gladius y cochinillos asados.
AUTOR: Jesús Cabezas
FECHA DE ADQUISICIÓN: 2025
LUGAR DE ADQUISICIÓN: Madrid
EDICIÓN: Editorial gráficas MXTOR

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