TÍTULO DE LA BARAJA: La baraja segoviana
Una segunda baraja de la
Librería&Editorial MAXTOR es la dedicada a la ciudad de Segovia. Quizá sus
tres primeros palos sean bastante convencionales, pero el cuarto justifica con
creces el formar parte de esta colección de palos singulares. Se trata del
¡cochinillo asado!, plato por excelencia de Segovia.
Nadie que vaya a Segovia puede dejar de
probar sus platos con cochinillo, pero de entre todas las posibilidades
sobresale el cochinillo asado. Los buenos cocineros hacen una demostración de
su buen hacer, mostrando que ha salido del horno tan tierno que se parte con
gran facilidad. Para ello cogen un plato convencional y trocean el cochinillo
golpeándolo sólo con el canto del plato. Y por si alguien piensa que el plato
puede ser de acero recubierto de porcelana, lo tiran al suelo para que se vea
como se rompe.
Los otros tres palos previos son menos
significativos. El primero es un oro en forma de moneda del reinado de los Reyes
Católicos y acuñada en el siglo XV con el nombre de “Excelentes de Segovia”. Las
monedas llamadas así fueron piezas de oro de alta calidad acuñadas en la
Ceca de Segovia, especialmente durante el reinado de los Reyes Católicos, y que
tuvieron un gran prestigio internacional. Estos Excelentes, y sus
múltiplos como los dobles y cuádruples Excelentes, eran monedas
utilizadas en el comercio internacional, debido a su alta calidad y a la
adopción del patrón del ducado veneciano.
El segundo es la llamada “Copa de Carlos
III”, que es una copa de cristal tallado, elaborada por la Real Fábrica de
Cristales de la Granja. La fábrica fue edificada según los planos del
aparejador del Real Sitio, Joseph Díaz, alias Gamones, entre 1770 y 1784, con
el objetivo de abastecer de objetos de vidrio suntuarios a los Palacios y otras
residencias reales. De esta forma pudieron igualar, e incluso superar, el lujo
de otros palacios de las cortes europeas sin necesidad de recurrir a costosas
importaciones. Con estos mismos objetivos se establecieron una serie de
manufacturas protegidas y financiadas por la Corona: la mencionada Real Fábrica
de Cristales de La Granja, la de Tapices de Santa Bárbara, la de Porcelana del
Buen Retiro, etc. En ellas se invirtieron cuantiosas sumas asignadas a su
costoso mantenimiento y a la adquisición de tecnología y personal especializado
extranjero. La segoviana sigue funcionada hoy en día como taller, empleando los
mismos moldes de antaño, incluido el de la “Copa de Carlos III”.
Y el tercero es un gladius, la espada
corta romana. El gladius era una espada ligera, usado por las formaciones
romanas durante cinco siglos. Estaba basado en la falcata ibérica. La forma de
la hoja le daba una forma perfecta para ser alineada con el codo, formando un
ángulo de 90°, usado junto con el popular scutum, que era su habitual escudo
rectangular. ¿Por qué un elemento romano para representar a Segovia? Basta con
mirar hacia adelante y encontrarse con el impresionante acueducto y tener ahí
la respuesta.
Las figuras representan edificios, como
la Casa de los Picos en el 10 de copas de Carlos III, comidas, como los
judiones de la Granja en el 10 de gladius, o los florones segovianos por San Fermín,
en el 11 de cochinillos asados, o personajes vinculados, como Isabel la
Católica en el 12 de Excelentes de Segovia, el ciclista Perico Delgado
en el 11 de gladius.
La baraja sigue la estructura de la
española, con 40 naipes, números hasta el 7 y tres figuras, pero han sustituido
los cortes en la orla por pequeños rombos, ninguno, uno, dos o tres.
AUTOR: Jesús Cabezas
FECHA DE ADQUISICIÓN: 2025
LUGAR DE ADQUISICIÓN: Madrid
EDICIÓN: Editorial gráficas MXTOR
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